DON LUIS
Volví el rostro y me prepare. Intente no mostrar la menor señal de debilidad. Sabía que debía mantenerme firme en mi decisión. No podía seguir cediendo a sus pretensiones.
Estaba afectando a mi trabajo y los expedientes se amontonaban en el despacho.
Pero ante el toda mi autoridad parecía evaporarse. Que diferente de las veces anteriores, recordé las palabras de mi amigo Carlos, "Ser padre de mayor es diferente"
Abrí la puerta y con el tono más enérgico que puede le suplique "Luisito, hoy vamos a la guardería.
Rafael de la Busta Moya
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