jueves, 20 de marzo de 2014
Somos los que comemos. Comemos lo que somos.
Apuntó todo lo que necesitaba; una olla grande, un Kg de mentiras, 3 ó 4 promesas, una pizca de futuro y un teléfono con el que llamar a aquella chica que tanto le gustaba.
"Dejen los zapatos y las coronas a la puerta, por favor" indicaba el cartel que guiaba a un comedor en el que solo se guardaba sitio para un comensal.
"¡Qué falta de educación!" Exclamó al verlo, escandalizada.
Por contra, él no dijo nada, hasta pasadas unas horas; cuando en su recetario anotó "Están igual de sabrosas las ancas de princesa escandalizada que sin escandalizar"
Isa Rguez (http://dias-impares.blogspot.com.es/)
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Os dejo junto a mi firma la dirección del blog donde podéis encontrarme. Es un sitio humilde, que suelo definir como un mapa que no lleva a ningún tesoro, solo a frases en las que perderse o refugiarse, el tiempo que dura en deshacerse un caramelo de azúcar.
ResponderEliminarPero pese a ser humilde, es mi sitio, y siempre que queráis, también el vuestro.
Isa Rguez
Genial
EliminarGenial, Isa. Leyéndolo, me gusta aún más. ¡¡Gracias!! Voy a ver si podemos poner tu blog como blog amigo ¿Me das tu permiso?
ResponderEliminarCarol
Por supuesto ¡ni qué decir tiene! Sería un lujo :)
ResponderEliminarIsa
Guaoooo..
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