lunes, 15 de diciembre de 2014

CUATRO ESQUINITAS TIENE MI CAMA

Cuatro angelotes rubios y regordetes aparecen en el cuarto cada vez que se acuesta, uno en cada esquina de su cama.

––¡Iros a la mierda, tíos! ¡Me estáis jodiendo el negocio! ––gritó desesperada en la habitación 101 de aquel burdel de carretera.

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