viernes, 4 de abril de 2014

mediodía

Ejercicio del taller, con esta frase -y cuando volvió ya nada era igual -


mediodía,

   Y cuando volvió ya nada era igual en ese tiempo que le regalaba la jornada partida.

   Entra, pasa, parecía decirle la Biblioteca del Fontán; y paseaba por calles de escritores,
deteniéndose aquí, acariciando allí, examinando, descubriendo, aprendiendo.

   Había un ricón mágico como el solo, allí entre todos los libros, un sillón para pensar;
era un placer.
   Hasta mañana Proust, le dejaba  en su sitio; algunos dias solo pensaba o 
echaba una cabezadita, era mediodía.

   También le gustaba la sala de lectura con mesas de madera amorosas para escribir a mano.

   Los jueves de mercao se animaba mucho más; algunos sin techo iban a calentarse un poquito
y cargar el móvil. Otro, le enseña a su chica un montón de tangas de color rojo que acababa de robar. ¡Devuélvolo ahora mismo!;    va,      pero ¿no te gustan?,     al menos quedate con una. Que lo devuelvas.

   Cerrado.   Reforma.

   Cuando volvió no dejaban jugar a ver que calle, estantería, escritor, libro, portada ... te seducía más.


cruz alonso





7 comentarios:

  1. Me encanta, Cruz. ¡Muchas gracias por el regalo!

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  2. Muchas gracias Cruz. ¿Podrías compartir el de la pareja que se conocía pero no funcionó, y ella lo encontraba luego en un bar de Gijón? Perdona que no pueda ser más precisa, pero no recuerdo el título, solo que nos gustó muchísimo y te pedimos que lo leyeras varias veces :)

    Isa Rguez

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    Respuestas
    1. gracias Isa, sí lo comparto, se titula -encuentro-. Ya estuve paseando por tu blog y me gusta mucho.

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