martes, 18 de noviembre de 2014

ADRENALINA


Comprendió que no le quedaba nada que perder mientras la brisa fría de aquel acantilado le daba en la cara. Sólo un paso le separaba del abismo, un pequeño paso para acabar con el miedo, con las pesadillas a medianoche. Después de un año sin trabajo y de que ayer mismo su mujer lo abandonara, parecía el día perfecto y se había levantado decidido a hacerlo. De repente el sintructor de vuelo en parapente requirió su atención:

¡¡ATENCIÓN TODOS PARA SALTAR!!!

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