La
esperanza.
Comprendió que no le
quedaba nada que hacer.
Durante mucho tiempo visitó a
varias galerías para que le movieran la obra,
(lo hizo por su cuenta y no consiguió vender un solo cuadro), Pasaba el tiempo
y siempre le decían lo mismo, "no se vendió nada"....
Pasaron los días, los meses y los años y siempre le
decían (no se vendió nada)
Tanto si
hacía buen tiempo como si no, no dejaba de ir a preguntar. Un día José
llegó a la Galería muy demacrado y triste, ¿qué te pasa? le preguntaron,
no contestó. Escucha, durante las dos
semanas siguientes no me comprometas con nadie me voy de vacaciones.....
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