miércoles, 19 de noviembre de 2014

DE DORMITORIO EN DORMITORIO

Tengo el trabajo más extraño del mundo. Casi nadie sabe de su existencia. Es un trabajo nocturno, aunque tan placentero que no se le debería calificar como trabajo. Recorro sus habitaciones, primorosamente decoradas, y calmo sus desvelos. No tengo sueldo, más allá de sus sonrisas, pero es el mejor oficio que he hecho nunca.
Últimamente, me ha salido competencia: una tal Violetta.
Tampoco me preocupa demasiado. Yo pasé una exclusiva selección: me contrató el mísmisimo
Walt Disney.
Soy el hada de los cuentos

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