––Gracias, muchas gracias. Me
acogisteis en vuestra casa y ahora me sorprendéis con este obsequio ––les dijo
entusiasmada cuando le entregaron aquel diamante recién extraído de la mina––.
¡Qué grandes sois!
––¡Y una mierda! ––contestaron los
siete al unísono.
Y abandonaron a Blancanieves en
la espesura del bosque.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.