ÉL PRESO.
Por fin el
día, el ansia le embriagaba el alma, el
tiempo entre otro tiempo, le había dejado sed
de libertad que iba a aprovechar.
Corrió y
corrió en cuanto salió de allí, el aire
le llenaba los pulmones , le pareció
cerca el trayecto que tenía que recorrer.
La segunda
vez anduvo, miraba todo con mas admiración, lentamente se fijaba en la ciudad,
(todo era nuevo) y los cambios le alejaban de su meta.
La tercera
vez salía con miedo, no encontraría el camino, no quedaba nada conocido la
prudencia le hizo acurrucarse en la fría celda .( Se entrego a su destino)....
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