DESAMOR
Lo solté de repente, necesitaba liberarme de él, y resbaló atravesando ese vacío que hay entre tú y yo; ese vacío que dibuja un rostro ajeno a nuestro amor de antes.
Fue deslizándose hasta perderse de vista, enjugado por aquél pañuelo; ese, que un día me regalaste para evitar que mi desesperación se convirtiera en un mar de lágrimas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.